Lo reconocemos, nos parece bien el Logotipo y el anagrama del Teatro
Municipal Gullón recién presentados. No tenemos pegas con respecto a los diseños
presentados, obra de Antonio García. Pero sí tenemos dudas en cuanto a lo
realmente importante: a su posterior gestión y la fórmula elegida para
gestionar (directa o indirecta).
El diseño del anagrama, que representa las letras “T” y “G”, prescinde de
la ‘M’ de municipal (o Manuel), lo que tampoco nos parece mal. Pero lo que sí esperamos
es que no se pierda la filosofía de esa “M” de municipal a la hora de elegir su
fórmula de gestión: queremos que el
Teatro Gullón se gestione de forma pública, directa. Esperamos que el PP no
privatice su gestión, ya que eso es algo que se les da muy bien, a diferencia
de gestionar directamente desde lo municipal.
Y lo decimos porque además, existe la posibilidad de gestionar de forma
pública y directa (como la biblioteca, la oficina de turismo, el cementerio…
las brigadas de obras y jardines, etc., todos los servicios menos la ORA, la
limpieza y el agua) gracias a la enmienda que salió adelante en la tramitación
del proyecto de la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2017 relativo a
su artículo 19 Dos, que vuelve a dar facilidades a la contratación municipa.
Porque cuando las obras del Teatro ya han finalizado, y a falta solamente
de la licencia ambiental para su apertura, el equipamiento y la limpieza del
salón, el debate sobre su fórmula de
gestión (directa o indirecta) se tiene que dar y en profundidad.
No nos importa que se suprima la “M” del logotipo y el anagrama, pero queremos un teatro público, de gestión
directa municipal, queremos estar orgullosos de una gran gestión cultural de carácter
Municipal.
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