viernes, 2 de enero de 2015

El año de Astorga

* Artículo de opinión de José María Jáñez, publicado en Astorga RedAcción (http://astorgaredaccion.com/not/7140/el-ano-de-astorga/).

Próxima estación, esperanza
Manu Chao

No soy partidario de publicar en un medio de ámbito comarcal, artículos de opinión sobre cuestiones de índole nacional o internacional. Ese tipo de reflexiones ya abundan en otros medios digitales de diverso carácter. Sin embargo, cuando sucede un hecho que puede suponer un cambio trascendental para el mundo que nos rodea, es conveniente que lo analicemos desde nuestras propias coordenadas, al objeto de poder ser también, en la medida de lo posible, protagonistas conscientes del cambio. Lo local merece especialmente la pena cuando es abordado desde un parámetro universal.

Pues bien, pocos analistas dudan de que la convocatoria de elecciones anticipadas en Grecia, aventura un 2015 muy interesante. Si desde el 2008, los pueblos del sur de Europa nos hemos visto brutalmente subyugados a consecuencia de las políticas de recortes de derechos aplicadas por los partidos gubernamentales al servicio de la Troika, este año comienza con una ventana abierta a la oportunidad de recuperar la soberanía y emprender el inicio de una nueva integración europea, alejada por completo de parámetros neoliberales. El triunfo de SYRIZA es la clave.

Y si la Alternativa triunfa en Grecia, es probable que pueda arrastrar al resto de los países de la periferia europea a una escalada de cambios, los cuales alcen al poder a la izquierda transformadora en una buena parte de los gobiernos del sur. En ese cambio de paradigma, Astorga, al igual que el resto de los municipios y regiones de España, tiene la posibilidad de desempeñar un importante papel.

A la gente de mi generación, se nos ha querido pintar casi siempre la imagen de una Astorga gris, pusilánime, condenada a ser el eterno vagón de cola de los cambios sociales y políticos, abocada para siempre a añorar su pasado con melancolía. Pero quienes vivimos Astorga, al mismo tiempo que reconocemos que hay infinidad de cosas que mejorar, reivindicamos otra Astorga que tiene color, que es diversa y sobre todo, que tiene un inmenso potencial por más que siempre haya estado marginada y alejada de los círculos del poder caciquil local.

Astorga está viva aunque le  pese a muchos. Y a la Astorga viva es a la que tenemos que apelar para que Astorga, esta vez sí, sea vanguardia en el proceso de los cambios que se tienen que dar para salir de las crisis.

Ganar Astorga para la mayoría, es posible si ponemos en marcha un proyecto de ciudad que tenga como ejes la transparencia, la participación ciudadana, la defensa de lo público y la planificación de la economía desde lo municipal, para así dinamizar el comercio local, el sector de los servicios y mejorar la calidad de vida y el empleo desde la promoción de sectores que son fundamentales, como la cultura, el patrimonio, el medioambiente, el sector agroalimentario, el turismo y la economía de proximidad.

Comenzando por recuperar el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos y limpieza viaria, demostraremos que gobernar en beneficio de la mayoría, es posible.

Porque parálisis –lo que tenemos ahora-, no es sinónimo de estabilidad. Y arreglar solo baches, no nos servirá para tapar los socavones que tiene la ciudad. Astorga debe afrontar los retos que tiene ante sí, lo que requiere de cambios políticos profundos, que traigan de una vez por todas, prosperidad y progreso.

Si la esperanza vence al miedo y lo universal se impone a lo particular, el año que comenzó siendo el de Grecia, puede que termine siendo también, el  año de Astorga.


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