Toda la vida viviendo y padeciendo las mismas políticas, unas veces desde la derecha, otras por quienes "se dicen" de izquierdas, y poco a poco nos han ido quitando las ganas y la capacidad de soñar realidades posibles al alcance de a lo que como pueblo, nos queramos esforzar. España no da para más, Astorga tampoco. Son tiempos para valientes que decidan comprometerse para desterrar el clientelismo y forjar una sociedad justa y libre de verdad. Pongamos en pie un nuevo país, levantemos también una nueva ciudad: http://astorgaredaccion.com/not/7603/sonar-lo-posible-repensar-astorga/
Artículo de opinión de el coordinador de IU-Astorga, José María Jáñez Franco, en Astorga RedAcción:
"El verdadero viaje no consiste
en ver nuevos paisajes,
sino en mirar con nuevos ojos."
(Marcel Proust)
Decía un alcalde, maestro de alcaldes y de futuros alcaldes, que la tarea de un regidor municipal consiste en ver –desde su posición de privilegio- lo que el común de los vecinos aún no ve, en planificar, en “construir un puzle o mosaico, donde vas colocando pieza a pieza hasta completarlo. A veces una pieza y te equivocas; tienes que rectificar, o pones otra y alguna gente no lo entiende; pero tienes que mantenerla, completar el mosaico”. Esa es la tarea del alcalde. Esa, y la de mandar para servir.
Lo digo porque corren tiempos en los que en la política local astorgana, da la impresión de que los árboles no dejan ver el bosque. O dicho de una manera que puede que se entienda mejor, que de tanto mirar cada bache y cada farola, se ha dejado de mirar al horizonte, se ha dejado de lado la tarea de pensar Astorga a lo grande para soñar las posibilidades reales de esta ciudad.
Los partidos actualmente representados en el Pleno municipal, han convertido a Astorga en un cadáver, en una foto fija, en un paisaje en blanco y negro, la han condenado a que con ellos, nunca nada vaya a cambiar.
Por eso, propongo la necesidad ciudadana de que emprendamos con urgencia un viaje a nuestra propia ciudad. Un viaje consistente en soñar con las posibilidades de Astorga, las que llevaría consigo una regeneración profunda, las que entrañaría un cambio real: soñar lo posible, repensar la ciudad.
Después de estos cuatro años perdidos, en los que no hemos tenido ni gobierno ni oposición, es el momento de planificar democráticamente la ciudad, de verla con muchos ojos, de revalorizar lo público y lo común.
Soñar lo posible, repensar Astorga es la tarea que tiene por delante esta ciudad. Y dirigir este proceso sin descuidar lo cotidiano, es la responsabilidad que debemos asumir quienes pretendamos liderar colectivamente el cambio necesario para que volvamos a progresar. Sinceramente, creo que Astorga está preparada para deshacerse de su propia maldición. Si creemos en Astorga, tan solo podemos vencer.
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