A la hora de utilizar la frase igualdad de género, incluimos entre otras cuestiones la igualdad en el trato que hombres y mujeres damos y recibimos, por ello cuando desde cualquier esfera de participación en la que se convoca a mujeres y hombres, sea esta cultural, deportiva, familiar, social, etc, inexcusablemente debería estar incorporado este principio y no toparnos con sorpresas que signifiquen cimentar y establecer cualquier desigualdad. Éste es el caso, un torneo de pádel en nuestra ciudad en el que se marcan diferencias entre hombres y mujeres a la hora de determinar la cuantía de los premios e incluso en la cuota, obviando la igualdad que una y mil veces reivindicamos.
Esta discriminación lastra el desarrollo, en este caso, del deporte femenino. Y más, en torneos y eventos que debieran servir para manifestar y declarar ese concepto de la igualdad, como elemento inseparable a la dignidad de la persona, máxime cuando están organizados desde una institución pública.
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